Hay editoriales que dan ganas de comprar sus libros publiquen lo que publiquen. Es un placer tenerlos en la mano.
Si ya el contenido son novelas tan adictivas como las de Mairal, miel sobre hojuelas.
Continúo con este síndrome porteño que no cesa: las novelas de Mairal, el imprescindible Piglia póstumo de "Los casos del inspector Croce", y los tres casos que he devorado del inspector Lascano de Ernesto Mallo.

Qué regocijo el final de la tercera novela de Lascano... pocas veces he visto a alguien querer tanto a su personaje.
No lo cuento para no hacer "spoilers"
En cuanto al Piglia póstumo, qué voy a decir, lo habrá escrito con nuevas tecnologías dada su invalidez, pero que a nadie le quepa duda que estamos ante los mejores relatos de un Piglia en la cumbre de su maestría.
Gloria y honor al gran Maestro.
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