Fin de año y comienzo del nuevo, con "Las pequeñas memorias" de Saramago, deliciosos recuerdos de la niñez, sin novelar, de un escritor ya en su década de los ochenta.
Alterno con la monumental "Madrid" del maestro Trapiello, homenaje a la ciudad, su historia, sus calles, y la biografía personal y vivencias del autor, un canto de amor de un leonés que se hace "gato" ,a su ciudad de acogida.
Y hablando de monumentales, la epopeya de los campesinos portugueses, con un Saramago siempre en estado de gracia, siempre sorprendente, siempre ameno, siempre maestro del estilo y de la narrativa: "Levantado del suelo"
