viernes, 21 de febrero de 2020

Campo de los almendros

A veces , muchas veces, llega la dispersión; una buena pila de lecturas atrasadas, apetecibles novedades que se suman a la columna de "pendientes".
Comienzas un libro, te interesa pero lo apartas porque quieres averiguar de qué va ese otro... y luego llega otro... te juntas con cuatro o cinco libros empezados... al final, el primero que lees es el que tiene para tí más valor sentimental, la más que prometedora novela de tu sobrino Eduardo, "Abrojos" que lees con atebción, tomando notas para poder dar al menos luego tres o cuatro consejos sensatos de esos que admitimos sin problemas los autores noveles...
Mucho ánimo, Eduardo, y ojalá que consigas publicar tu novela...
Y luego vuelta a la columna de las tentaciones. La decisión, terminar la obra magna de Max Aub, el sexto volumen de "El laberinto mágico", la colosal de tamaño y calidad "Campo de los almendros"
Que angustia la de los republicanos españoles hacinados tras la derrota total en el puerto de Alicante, a la espera de unos barcos que les salven hacia el exilio, y que parece que no van a llegar nunca... y por fin entran "los italianos", y pronto serán sustituidos por los falangistas... y no habrá barcos para todos, y esa inmensa galería de personajes, reales y ficticios, todos perfectamente dibujados con la maestría de Aub, y sobre todos ellos esa pareja que busca desesperadamente su reencuentro, ese Vicente Dalmases, y junto a él ese personaje femenino, Asunción, del que el propio Max Aub confiesa enamorarse a pesar de estar hecha solo de la materia de las palabras...
El maestro Aub, a sus 63 años, terminando 25 años después del fin de la guerra su magna obra desde su exilio en México, y pensando que nunca va a ser leída en España, pero aún así dando testimonio de lo que sucedió, de lo que él vió y de lo que él noveló con la ayuda de su talento literario.