Per Petterson

 Literatura noruega. De todo hay que probar. Y no, no es un "noir escandinavo". ¿Es una autoficción?

La historia de un escritor separado de su mujer, de sus tres hijas, que busca refugio nocturno en su coche, o en los bares de Oslo, donde encuentra mujeres que nunca son la que busca. Mujeres que se quedan una noche o se muestran y desaparecen, fugaces, en un cementerio o en un viaje de metro.

Tristeza, soledad, alcohol, cigarrillos, encuentros, mujeres, la esposa que aparece y desaparece, las hijas cuando toca fin de semana, la extraña hija mayor, tan adulta, con sus desmayos y sus crisis de locura. la página en blanco, la vecina comprensiva, el amigo telefónico, la novela acabada del escritor, los viejos izquierdistas, los modernos "coloristas" y más tristeza y los años pasan y la vida sigue.

Ideal para terminar con el exceso de optimismo de cualquiera.

Haruf, Saramago

 Termino noviembre con dos novelas bien distintas. Una vez más, K me descubre un autor nuevo, que ni me sonaba y  del que nunca había oído hablar. Localizo libros, y leo su título póstumo, "Nosotros en la noche" deliciosa novela en su aparente sencillez sobre soledades compartidas... una anciana viuda que propone a un anciano viudo y vecino, pasar con ella las noches... y todos los asuntos que de este hecho se derivan... investigo y está en Netflix la película, quien lo iba a decir, nada menos que protagonizada por Robert Redford y Jane Fonda...

Hay también una fantástica trilogía de Kent Haruf publicada en castellano por Literatura Random House, la trilogía de la llanura, que comienza con "La canción de la llanura"... A seguir.

Y otro Saramago. Crea adicción. "Todos los nombres" tiene un dulce aroma kafkiano. De nuevo ese narrador omnisciente y todopoderoso nos lleva de la mano para contarnos un cuento; el cuento de un funcionario del registro civil que en los delirios de su rutina y su soledad sigue la pista de una mujer cuya ficha ha caído en sus manos de casualidad, desafiando todos los convencionalismos y autoritarismos que le salen al paso. Delicioso Saramago en la plenitud de su arte.