viernes, 16 de noviembre de 2018

David Trueba

Cada uno tiene sus propias mitomanías de andar por casa. Conseguir que el autor de un libro te lo dedique es una de las mías. Recuerdo haber visto a Manuel Vicent en la calle, correr a casa a por un libro suyo, volver a encontrarle y que lo firmara... en fín, los pequeños placeres de la vida. Con David es la segunda vez que lo hago aprovechando sus visitas a mi ciudad. Nos conocimos por medio de mi amigo Hopewell en los brumosos ochenta en Madrid; luego tuve la suerte de trabajar en su primera película "La buena vida", y a partir de ahí he seguido toda su carrera tanto cinematográfica como literaria. Un placer todas y cada una de sus novelas, alcanzando la maestría en "Tierra de campos", un regalo a la inteligencia cada una de sus columnas y charlas. "La tiranía sin tiranos", un ensayo para disfrutar, aprender, adquirir conciencia y consciencia.

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