domingo, 16 de mayo de 2021
Kiko Amat
Disfruto como un cosaco a caballo por las estepas rusas con la novela de Kiko Amat. Una vez que consigues superar el tedio de las palabras lumpen, o sea cabezas, ojos, nariz, lengua, hostias etc que van denominadas una y otra vez en esa jerga, te sumerges en el relato duro, rocoso, sin concesiones, con una espléndida segunda persona para la narración del skin y el narrador omnisciente para ese entrañable exjugador de rugby constituido en vengador asalariado de aquellos a los que la justicia no consigue vengar. Grande Kiko Amat.
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