miércoles, 5 de abril de 2023

 Banville, "Las singularidades"

Hacía mucho tiempo que no subrayaba frases en un libro... ahí van algunas.


Dentro de mí había un hueco en forma de mujer y ella había avanzado y encajado en él y se había encerrado en su interior con un clic. ¡Amor a primera vista!

Justo cuando había alcanzado la edad en la que Eros, descorazonado,se dispone a descolgarse el carcaj y desencordar el arco.

Soy Helen, dijo, y Helen fué...

Un espejo soñador...un reloj tictaqueante...un libro desechado pero aún abierto boca abajo haciendo el espagat.

Cuando la gente no está con M. ,deja de existir por lo que a él se refiere.

Pues no existen grandes hombres, preguntad a cualquier mujer.

A menudo tengo la impresión de que no he crecido en absoluto, de que los años, simplemente se han acumulado en torno a mí como los anillos del tronco de un árbol y que en el núcleo continúa el pimpollo original,húmedo y trémulo y vibrante de vida fatua.

Ay, mi cerebro está confuso, hundido como me encuentro en la ciénaga de la vejez y la gris decrepitud.

Me gustan los actores, su patetismo y su vulnerabilidad. Cumplen la magnífica función de protegernos de la necesidad de reconocer que nosotros mismos, todos nosotros, estamos actuando.

...se apresuró a dar media vuelta y se alejó enseguida de su mejor yo, que, sujetándola con firmeza por los hombros, la empujó hacia delante.


He disfrutado mucho con este libro, espero que no sea el último de Banville, y luego el descubrimiento de que existe una trilogía de la que sólo conocía la primera novela, "Las pruebas", en las que estos personajes y sus paisajes estaban presentes, "La trilogía de Freddie Montgómery"


Y encadeno con los "Castillos de fuego" de Martínez de Pisón, que al principio me parecía demasiado "inspirada" en las novelas de Max Aub pasando por Almudena Grandes, pero a la que dí la oportunidad de engancharme en sus casi 700 páginas, de lo que no me arrepiento en absoluto.

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