Pues eso, fruto del descontrol absoluto en las lecturas, atendiendo a ofertas de trabajo, dejando que la imaginación creativa descanse un poco y se vaya nutriendo antes de comenzar- o continuar- una nueva novela, leo al maestro Muñoz Molina; incluso en sus novelas menores te dejas llevar...se ve que es un trabajador nato, tiene que sacar libro y lo saca como sea; ahora sin apenas argumento y con un final cantado más que decepcionante, teje una trama con retazos de su vida real, sus paseos y sus manías cotidianas, sus estancias en Nueva York y Lisboa, y los adereza para dar sustancia a las aventuras y desventuras de un ser solitario y obsesionado a la espera de esa esposa que... Leer a M.M. siempre es un placer. Su prosa te lleva de la mano siempre, y tú no te sueltas hasta acabar el libro, y por mucho que te decepcione, sabes que esperaras con ansiedad la siguiente novela o el siguiente artículo. Gloria a los
maestros...
Y de maestros a los otros maestros en el arte de intentar publicar, leo con sumo placer la novela de mi compañera de editorial. Me embarco durante un par de días en las aventuras de Virginia, y deseo a la autora que siga por la senda de la perseverancia; no siempre los que publican en las editoriales consagradas son los mejores. Mucho ánimo y a seguir escribiendo.
Y compagino con otras lecturas... la fascinante "El poder del perro" que es como darte un atracón de series de narcos de "Netflix"...literatura de evasión de altísima calidad, y picoteo en cosas del señor Orejudo con sus "Grandes Éxitos".
De momento sigue aparcada "La broma infinita", seguiremos informando.
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